Al principio parecíamos dos típicos adolecentes queriendo enamorarse, con ganas de amar al primer estúpido que le prometiera amor y le vendara los ojos con un pa~uelo de seda. Alguien que te amarre con lazos de amor, o al menos con la misma textura. Pero no fue así, los primeros meses como siempre son los mejores, pero cuando sientes segura a esa persona, luchar por enamorarla día tras día se te hace aburrido. Y eso fue lo que nos paso, quisimos comernos nuestro amor en un mordisco; y tu primer falla no fue una peque~a, yo sabia de antemano que iba a ser algo que marcara nuestra historia, yo sentía que no tenia la fuerza para perdonarte, no quería verte, no quería que te acercaras porque mi mente y mi corazón estaban en guerra, una guerra que al tenerte cerca ganarías solo tu, te vi frente a mi, con la elección de un futuro a tu lado, o lejos de ti. Entonces al no saber que decidir, solo escuche a mi corazón, cerré mis ojos y cuando menos lo pensé ya estaba abrazándote, y desde entonces, desde ese abrazo.. Supe que ningún problema, ninguna persona nos iba a separar, porque yo estaría dispuesta a luchar por ti, a perdonar, esperar, olvidar y amarte solo a ti.