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Mostrando entradas de mayo, 2013
Fue un freno de golpe y un alto estruendoso, como los arboles en invierno, como los tornados de abril. Como sus manos frías buscando solo diversión.  Eran lagrimas que valían por mil, pero el las devaluaba como alguien regateando en el mercado. Mientras el sentía el mundo en sus manos, ella lo sentía sobre su pecho, como si le sacasen lo que lleva dentro sin anestesia alguna. Un grito en medio de la nada, rodeada de  nadie. Sabemos, que solo hay una manera de querer, y que el no la quiere así. Sabemos, también  que una sonrisa a medias no significa felicidad, y que casi siempre las veces que el dice adiós, es para volver después.
Trate (de la manera mas desgastada) de tirarte por el borde y seguir. Mas en un descuido mi inconsciente me llevo a brincar tras de ti.  Que las veces que me hiciste sentir menos, los fallos técnicos y las peleas sin sentido, mi manera de llorarte al teléfono no importan si hablamos de tus virtudes, esas que presumes por que estas casi consciente de lo que un corazón como el tuyo vale.  Seguir es imposible si me quedo atascada en tu incógnita de que sera de nuestra promesa para junio. Si te supero y tu aun aguardas por mi, si te espero y tu ya me has encontrado en otros labios.  Por que, también admito que a veces quiero despertar culpa en ti, y robarte el sueño algunas noches como yo de madrugada escribiendo.  Eres el paso al olvido que aun no doy, el capricho mas grande que he tenido y el grito mas largo que eh dado.  Y cuando digo ya no mas, me encuentro con las canciones y tu mirada en mi pensamiento.  El grado de mi trauma varia si lo comparamos con las cicatrices anterior
Te digo adiós , y acaso te quiero todavía. Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós. No sé si me quisiste... No sé si te quería... O tal vez nos quisimos demasiado los dos. Este cariño triste, y apasionado, y loco, me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así. Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé. Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, mi más hermoso sueño muere dentro de mí... Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti. José Angel Buesa.
Una noche, pedí por ti y por mi. Yo rogaba lo mejor para nosotros, entre lagrima y lagrima, olvide que tal vez mi dolor era grande y tu paciencia poca.  Que lo mejor para ti no soy yo, lo mejor para mi no eres tu. No hay nosotros, y no por falta de corazón  por que el capricho aun existe.   No es que duelas mas que nunca, por que en realidad mi dolor no es esta mas. No exactamente por que perdimos la oportunidad y no tengo ganas de volver a provocarte.  Sin tomar en cuenta que solo estas a dos llamadas mas de olvidarme y encontrarte en otra piel, otra voz.  Yo pensando en ti y tu pensando en tu próxima victima . Tal vez si mi rara manía de escribir sobre ti no fuera tan grande, yo podría,  por fin, cerrar el libro, mas el ultimo capitulo sigo leyéndolo una y otra vez. Nuestro abril paso, y no logramos alargarlo, con mayo tu indiferencia, con junio tu atención,  con julio mi olvido, con agosto nada. Tal vez.
Y con el paso de los días todo falta, y tus recuerdos nunca están de mas. Extraño todo lo que tenemos, los silencios, las comidas, desayunos y cenas, tu manera casi milagrosa de convertir poco en mucho. Extraño verte y que sepas que quiero decir aun cuando no digo nada, las peleas por la mañana y mi manera de llorar y reír por ti. Que me digas que si y que no debo, con la libertad que solo tu sabes que es buena para mi. Que me has enseñado a querer y a compartir, y a que la vida no siempre hace favores, pero que siempre hay motivos para ser feliz. Extraño ver televisión contigo, tirar mi cabeza en tu panza y actuar como bebé celosa, aprender de ti sobre paciencia, física y matemáticas. Tus permisos negados y mi forma de irme con un "si" a medias. Los domingos de misa y tu manera de apurarme, las caminatas y los largos periodos de tiempo sentadas en la barra. Eres quien siempre falta si no esta, un recuerdo vivo, alguien que nunca sobra. Hasta que no dejas de ser pequeña, no p
Eres la conjugación del ejemplo “el amor duele”. Portas con honores el traje sonriendo y regalando miradas que ocultan lo mucho que puedes llegar a sentir. No pretendo atraparte y con llave de yudo hacerte firmar contrato a largo plazo. Quiero tus miradas y suspiros, no espero que seas mio y de nadie mas. Yo vi en ti tu amor a la libertad, tu poesía, las canciones y los tres pasos a la rebeldía, apunto de darlos ó a mitad de dejarte dominar. En resumen tal vez nuestros caminos (tal vez) se han juntado por capricho nuestro, y el destino dejo de funcionar a nuestro favor ya hace tiempo. Niego la posibilidad de un común acuerdo, tal vez amores eternos no es lo de hoy, pero sigo imaginándome el final feliz: tu eligiendome a mi.