Hablemos de.
El tiempo, de lo largo que puede ser, lo duro, amargo y lento que es para quien espera, lo rapido e indiscreto que es para los que se estan amando. El tiempo que corre y se burla de ti, que grita en silencio cruzado de brazos agitando el pie derecho arriba y abajo al compaz de las manecillas del reloj.
Hablemos de las cicatrices, el dolor que dejan, todo en paquete con amargura, victoria y derrota a la vez.
Las formas abstractas del triunfo y sus derivados, las personas que se nos adelantan, las que se quedan atras y las que se van a un lugar mejor. El espacio que dejan, la envidia de los que seguimos en el mismo jodido mundo de siempre, mientras ellos gozan de un lugar sin mas stress por las mañanas ni frío por las noches. Un lugar que suponemos es mejor, mientras aquí se te pudre la nariz por tanta contaminación.
Que un día sin duda todos llegamos halla, que la fuente de la eterna juventud es mas que porquería para quien quiere creer, que no somos inmortales y que vamos de paso dejando huellas en las vidas de otros, pedazos de nuestro tiempo, heridas, risas y recuerdos.
Despues de todo, no quiero hablar tanto del tema. Las palabras sobran y el silencio me come..