Ir al contenido principal

vuelves a mi, por que el asesino siempre vuelve al lugar del crimen..

En realidad nunca estuve lista para la descarga de emociones que provocaste en mi, jamas ni la noche de enero cuando te conocí, ni la segunda vez que lo intentamos, ni incluso esta tercera y ultima vez.
Jamas, supe como controlarme en cuanto a ti. A pesar de que siempre fuimos buenos amigos con recuerdos en común, siempre creí que no volveríamos a olvidarnos, que ya te había superado, y que errores que van de dos, claro esta van de tres y mas.

Quisiera calcular bien, y si la cabeza no me falla, esta ultima calada fue por seguridad antes que dignidad. Que claro 7 a-os no pasan en vano y que si alguien podía curar mi soledad, el candidato preferido eras tu.
Y es que cada vez que aparecías, venias en maratón con tu terquedad y yo con mi ego colosal, dispuesta a rechazarte.

Y las sonrisas me sobraban, y las palabras no faltaban.

Mas al tenerte cerca, te mantuve lejos, y los 88 meses han sido eternos al hablar de intermedios.
Del desfile de personas que pasaron por mi vida, y por tu lista.
No falto quien dejo mas huellas que yo.
Y por mi parte, alguien me dejo sin ganas de mas.
Los dos rotos.
Estábamos siendo menos testarudos y sin ánimos de volar.

Pero como chispa en la oscuridad, y como bonito brillo en mis ojos, llegaste con ganas de otra oportunidad. Como tonta perdida, creí en tu sinceridad.
Valla el destino a saber por que se me cruzo por la cabeza la idea de darte la tercera calada, con mas fuerza, con mas ganas, con mas madurez, con ganas de explotar por ti, arriesgarme y irme a todo.

No te culpo, tal vez las ganas siempre van a existir, y esta claro que si hablamos de un nosotros, el amor es un alto precio a pagar.
Por tu lado eres una parte rota, sin ganas de sanar.
Yo por mi parte soy esa ingenua tonta, sin ganas de cambiar, o de compartirte.

Ahora entiendo lo que en 7 días me fue difícil de creer.
Y se destruyeron los planes para mis 21 que solía recordar.

Fueron las 48 horas mas hermosas a tu lado, que aun que hubo limites, no me arrepiento, me diste en cantidad justa, lo que tanto esperaba de ti.
Pero no hubo medida exacta. No pudiste entregar lo que ya alguien mas se había llevado, y no fui yo.
Y no hay nada que perdonar.
Mas no me cabe entender, si el sabia que no había mas por que luchar, inicio una guerra que claro, iba a ganar. 
De donde se invento las ganas de volverlo a intentar, de dejarme igual, de partirme en dos.
Que no soy el tipo de persona que le gusta llenar huecos que alguien mas dejo, que por mi cuenta mi huracán esta completo si solo soy yo.
La incógnita sigue, las memorias están, las ganas se han ido y del nosotros no hay mas.



Tal vez nunca estuve lista para dejarte entrar, pero, tampoco para dejarte ir..