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El principio del final.

“Y la verdad es que no lo soy, Ed, es lo que quería decirte. No soy diferente. No soy bohemia como asegura todo el que no me conoce: no pinto, no dibujo, no toco ningún instrumento, no canto. Quería decirte que no actúo en obras de teatro, que no escribo poemas. No bailo excepto cuando estoy achispada en las fiestas. No soy deportista, no soy gótica ni animadora, no soy tesorera ni segundo capitán. No soy una lesbiana que ha salido del armario y se siente orgullosa, ni una trilliza, una estudiante de instituto privado, una borracha, un genio, una hippie, una cristiana, una puta, ni siquiera una de esas chicas super judías que tiene una pandilla con kipá y le desea a todo el mundo un feliz Sucot. No soy nada. Me gustan las películas, todo el mundo lo sabe —las adoro—, pero nunca estaré al frente de ninguna porque mis ideas son estúpidas y están desordenadas en mi cabeza. No hay nada diferente en eso, nada fascinante, interesante, que merezca la pena mirar. Tengo un pelo horrible y ojos de tonta. Tengo un cuerpo que no es nada. Estoy demasiado gorda y mi boca es increíblemente fea. Mi ropa es una broma y mis bromas son desesperantes y complicadas y nadie más se ríe con ellas. Hablo como una imbécil, no sé decir nada que haga pensar a la gente como yo, simplemente parloteo y farfullo como una fuente rota. Mi madre me odia, no puedo complacerla. Mi padre nunca me llama y luego lo hace en el momento equivocado y me envía regalos enormes o nada y todo eso provoca que le ponga mala cara, y encima me puso de nombre Minerva. Hablo mal de todo el mundo y luego me enfurruño cuando no me llaman. Mis amigos se desvanecen como si los hubiera lanzado desde un avión, mi exnovio piensa que soy Hitler cuando me ve. Me rasco ciertos lugares del cuerpo, sudo por todas partes, mis brazos, la manera en que me muevo de forma patosa tirando cosas, mis notas normalitas y mis intereses estúpidos, el mal aliento, los pantalones ajustados por detrás, mi cuello demasiado largo o algo así. Trato de engañar y me pillan, me hago la interesante y meto la pata, estoy de acuerdo con los mentirosos, digo cualquier tontería y pienso que es algo inteligente. Me tienen que vigilar cuando cocino para que no queme el guiso. Soy incapaz de correr cuatro manzanas o de doblar un jersey. Finjo como una imbécil, bromeo como una loca, perdí la virginidad y ni siquiera eso lo hice bien, accediendo a ello. Amo como una loca, como una comedia romántica de marca blanca y serie Z, como una boba con demasiado maquillaje que dice su extraño guion a un hombre atractivo cuyo propio espectáculo de comedia ha sido cancelado. No soy una romántica, soy una tonta. Solo los estúpidos pensarían que soy lista. No soy nada que nadie debería saber. Soy una lunática que deambula en busca de migajas, soy todos y cada uno de los miserables imbéciles a los que he desdeñado y pretendido no reconocer. Soy todos ellos, cada uno de los últimos detalles horribles en un mal disfraz de última hora. No soy diferente, en absoluto, no soy distinta a otra mota cualquiera. Soy una imperfección imperfecta, una ruina ruinosa, unos restos manchados y tan destrozados que soy incapaz de descubrir lo que era antes. No soy nada, nada de nada. La única particularidad que tenía, lo único que me diferenciaba, es que era la novia de Ed, que me amaste durante unos diez segundos, pero a quién le importa, qué más da, porque ya no lo soy y qué humillante para mí. Qué error fue pensar que era alguien distinto, como pensar que las áreas verdes te convierten en una vista hermosa, que el que te besen te transforma en alguien a quien apetece besar, que sentir calor te convierte en café, que el que te gusten las películas te convierte en director. Qué absolutamente erróneo es pensar que es de otra forma, que una caja de basura es un tesoro, que un chico que sonríe es sincero, que un momento agradable es una vida mejor. Todo se ha acabado.



"Me callo porque es más cómodo engañarse. 
Me callo porque ha ganado la razón al corazón. 
Pero pase lo que pase, 
y aunque otro me acompañe, 
en silencio te querré tan sólo a tí.."