Para que dejar al tiempo las decisiones que podemos tomar. Como si yo no supiera la inmensidad de cosas que pueden separarnos.
Empezando por mis gustos e intereses, a la hora de escuchar música mientras manejas, ó de nuestras diferencias al vestir, nuestras manías y palabras.
La lista interminable de defectos chocando al encontrarse, que si nadie puede como tu, que si yo puedo todo sin ti.
Si hablamos del futuro y tus insistentes ganas de planear, mientras que yo girando la cabeza, insisto que es mejor improvisar.
Y grito y bailo y brinco, mientras tu mirada llena de luz me sigue por el patio, cuando dices que ya no hay mas que decir, cuando digo que tengo mucho que platicar.
No estoy inventando nada, ni buscándote defectos donde no los hay, es que me cuesta imaginarte perfecto y saber que lo nuestro no será tan nuestro, que la distancia tarde o temprano cobrara el precio por las ilusiones tan grandes, y si seguimos ... Y si somos, el arriesgarnos valdrá por mis ganas que a la medida del amor crecerá y al pasar los días (me conozco) llegara el punto que solo por que no te tengo, te querré tener diario, que sabiendo que no podrás estar, querré que estés, los días lluviosos, los jueves de cine, los martes de sushi, y poco a poco lo que creció sin importar, morirá sin avisar.
A esto se reduce mi simple teoría, mi simple solución, para que dejar los daños de mañana, lo que podemos terminar hoy.